¿Qué es un infarto?
El infarto se produce por una falta de oxígeno a una zona del corazón. El oxígeno se incorpora desde el aire a la sangre a través de los pulmones, y llega a los órganos que forman nuestro cuerpo (cerebro, corazón, riñones, músculos, huesos… etc) a través de las arterias, este oxígeno transportado por lo glóbulos rojos de la sangre les mantiene vivos, si no les llega se mueren.
¿Qué es la arteriosclerosis?
Las arterias que llevan la sangre con oxígeno al músculo del corazón se llaman arterias coronarias. Cuando estas arterias enferman y se estrechan hablamos de “enfermedad coronaria”. Las arterias enferman por la arteriosclerosis que es una degeneración y engrosamiento de su pared que hace que la arteria se estreche y pase menos sangre por allí, de manera que la zona del corazón que nutre esa arteria sufre un proceso que llamamos “isquemia” (falta de oxígeno). Por eso llamamos también a la enfermedad coronaria, “cardiopatía isquémica”. Esa isquemia produce un síntoma que es la “angina de pecho” (angina viene de angor que significa estrechez). Las arterias que sufren arteriosclerosis tienen riesgo de que se formen trombos (coágulos de sangre) y la obstruyan totalmente produciendo la muerte (necrosis) de una parte del corazón que llamamos infarto. Por tanto el infarto está causado por un proceso de arteriosclerosis y trombosis. Si esto sucede en el cerebro tendremos un “ictus”. En España la principal causa de muerte en los hombres es la enfermedad coronaria y en las mujeres el ictus. Es decir la arteriosclerosis es la principal causa de muerte en nuestro País.
¿Por qué se produce la arteriosclerosis?
Por lo que llamamos “factores de riesgo”. Unos son modificables y otros no, entre estos últimos están la edad, la herencia y el sexo (afecta más a los hombres). Entre los modificables está el tabaco, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la diabetes y determinados hábitos de vida. Estos factores de riesgo también contribuyen a que se produzca “trombosis”.

¿Cómo podemos prevenir la arteriosclerosis y la trombosis?
En primer lugar controlando los factores de riesgo “modificables”, especialmente si tenemos alguno de los factores “no modificables”. Lo más importante es no fumar. El tabaco es el principal factor de riesgo, pero no solo para la arteriosclerosis y trombosis, también para las enfermedades de los bronquios y muchos tipos de cánceres. No solo debemos abstenernos de fumar, también debemos alejarnos de ambientes donde se fume. Para ello se han promulgado las “leyes antitabaco” que tan beneficiosas son para nuestra salud.
Las cifras de tensión arterial deben estar por debajo de 140 la máxima y de 90 la mínima. El colesterol se considera normal por debajo de 200. Normal-alto entre 200 y 240 y alto por encima de 240. El colesterol LDL, también llamado colesterol malo, debe estar por debajo de 100, se consideran valores intermedios entre 100 y 160 y altos por encima de 160. Esto en personas que no hayan padecido infarto ni otro accidente vascular, pues en estos casos el colesterol LDL siempre debe estar por debajo de 100.
Una dieta adecuada es un factor primordial en la prevención de cualquier enfermedad y especialmente en la prevención de la arteriosclerosis. Consideramos una dieta adecuada la que está basada en productos del mar y de la huerta (dieta mediterránea) y suplementada con lácteos desnatados. Si comemos carne, las más saludables son la de potro, aves y conejo. Recientemente se ha demostrado que con esta dieta incluyendo 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen en crudo y un puñado (30 gr) de nueces, se puede prolongar la supervivencia. También es saludable beber de 1 a 3 vasos de vino al día si no tenemos otros problemas que nos lo impidan y entra dentro de nuestros gustos. Uno de los objetivos de la dieta que no debemos olvidar es mantener un peso adecuado.
Tenemos que hacer ejercicio físico moderado todos los días. Un buen ejercicio es pasear 1 o 2 horas diarias. Con esto también se ha demostrado un aumento en la supervivencia. Aquellas personas que por su ocupación no tienen tiempo para hacer ejercicio físico, les recomiendo que utilicen menos el coche en sus desplazamientos y si van en transporte público que se bajen una parada antes del destino. También utilizar las escaleras en lugar del ascensor, son pequeños trucos que hacen que nos movamos más.
Uno de los aspectos más importantes en la prevención de la enfermedad arteriosclerótica y de cualquier enfermedad es mantener un buen estado de ánimo, ser optimista, rodearse de gente agradable con la que nos sintamos a gusto, vivir en armonía con nuestro entorno (amigos, familia, vecinos…). Esto hace que nuestro sistema inmunitario funcione bien y nos proteja de las enfermedades. Nuestro sistema inmunitario son las defensas de nuestro cuerpo frente a las enfermedades como el cáncer, el infarto, infecciones…etc. Cuando nuestro estado de ánimo es bajo, estamos tristes o deprimidos, bajan nuestras defensas y estamos desprotegidos frente a las enfermedades. Podemos decir que “por la senda de la tristeza corre más rápido el daño o la enfermedad”. Se sabe que una de las características de los centenarios con buena salud es que mantienen buenas relaciones sociales y familiares.
Los últimos descubrimientos científicos conectan la actitud positiva ante la vida con un corazón mucho más saludable. La sabiduría popular ya había demostrado que ver el vaso medio lleno y disfrutar de los placeres sencillos es el mejor seguro de vida. Recientemente la Universidad de Harvard, en uno de sus prestigiosos estudios confirma que los individuos más optimistas tienen menor riesgo de enfermedad cardíaca y circulatoria que los que viven atosigados por los problemas y son proclives a dejarse dominar por la negatividad. Este hallazgo ha sido el resultado de la revisión de más de 200 investigaciones realizadas en los últimos años donde se observa que los optimistas tienen mejor salud en general, sobre todo porque sus organismos se defienden mejor contra las dolencias crónicas asociadas a la vida moderna como la hipertensión, el colesterol o la diabetes.
Por ello recomiendo ser optimista, acercarse a gente que nos transmita buenas sensaciones, con los que seamos felices y estemos a gusto y alejarnos de aquellos que nos transmiten pesimismo, que siempre nos hablan mal de los demás y nos hablan en negativo. Siempre digo a mis pacientes que la mejor medicina es la “risa”, que se rían y que se hagan acompañar de gente que les haga reír, si van al cine que escojan una película de risa en vez de una triste.
Si siguen estos consejos vivirán “más” y “mejor”
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